viernes, 7 de mayo de 2010

El Nacimiento

“COMO CONOCER ALGO, SIN QUE ESTE SE NOS PRESENTE PRIMERO;
DE QUE FORMA RECONOCER UNA ENFERMEDAD, SIN HABER SUFRIDO SUS SÍNTOMAS PATOLÓGICOS..., O COMO INCURRIR EN LA SOLUCIÓN DE UN PROBLEMA SI ESTE NO SÉ HA FORMULADO..., DICHO DE UNA MAMERA U OTRA, SI NO, METEMOS LA MANO AL FUEGO NO CONOCEREMOS EL CANDOR DE SU LLAMA O EL ALIVIO DE RETIRARLA”





“El impulso incontenible a momentos de escribir, me ha significado apartarme del cobijo de la sombra de muchos que lo hicieron de forma brillante, sin embargo es preciso reconocer la condición actual, la forma moderna, la destrucción vandálica de normas y valores. Todo debe cambiar, no obstante la mutación de la naturaleza nos enseña que debe ser en beneficio de la especie y no la destrucción de la misma... el cambio en forma artificial, casi grosera, humillante de reglas que no se tranzan significa en este tiempo la supresión de las mismas.
Mi único medio ante esto es la palabra, con ella puedo afirmarme confiando que será fiel ¿de estas no se dirá lo mismo de las otras? Dios, moral, civilización, en fin palabras; ideas comprimidas universos continuo cambio psíquico,
¿Pero la transformación colapsada puede significar un beneficio a la humanidad actual?
¿Me oyes? ¿Te dice algo? Un principio es reconocer; solo muy pocos llegan al clímax de la vida satisfechos...
no debo incurrir en la arrogancia, pero quiero las palabras:
Amanece, una mujer dando a luz, o recibiéndola, de un niño que nace, con la sospecha de la existencia de Dios”.

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